Trastorno bipolar: mucho más que altibajos emocionales

Euforia y tristeza ¿En cuántas ocasiones hemos afirmado “es bipolar” al hacer alusión a alguien que muestra un estado de ánimo algo inestable? ¿Cuántas veces hemos oído esta misma expresión para describir a una persona que realmente tiene este trastorno, anulando cualquier otro aspecto de su ser?

Si comprendiéramos esta enfermedad en toda su magnitud, nos daríamos cuenta que el utilizar frecuentemente afirmaciones del tipo “es bipolar” implica frivolizar sobre un trastorno mental grave que, por otra parte, puede llegar a manejarse a través de un buen tratamiento farmacológico (éste es imprescindible) combinado con terapia psicológica y apoyo social.

Características del trastorno

¿Cómo te sentirías si pasaras por temporadas en las que te domina una profunda tristeza que te hace sentir inútil y sin ganas de vivir, y otras en las que experimentas tal felicidad y optimismo que estás convencido de que puedes hacer todo lo que te propongas? ¿Qué harías si, cuando intentas comerte el mundo lanzándote a la piscina, tus allegados intentan pararte los pies alegando que eres un imprudente e irresponsable?

Como ocurre con la mayoría de trastornos mentales es complicado definir el trastorno bipolar, pues implica “poner en el mismo saco” a personas que tienen problemáticas muy diferentes, cosa que no ayuda a huir de los estereotipos.

Sin embargo, hacer una descripción general nos permite tener una primera idea para comenzar a entender este trastorno. Sólo bajo este pretexto, podemos afirmar que lo que tienen en común la mayoría de las personas que sufren este desorden es que pasan, a lo largo de su vida, por periodos en los que sienten una profunda tristeza y apatía patológicas (episodios depresivos mayores) y otros en los que muestran una excesiva euforia y/o irritabilidad (episodio de manía o hipomanía, una u otra en función de la intensidad). También suelen darse periodos de estabilidad emocional (eutimia) en los que no se presenta ninguno de estos síntomas.

Ya explicamos, en un post anterior, cómo se puede sentir la persona que sufre un episodio depresivo mayor. En cuanto al episodio de manía, que dura como mínimo una semana, el afectado puede manifestar:

  • Gran seguridad y elevada autoestima. Ideas sobrevaloradas sobre sí mismo, pudiendo llegar, incluso, a los delirios de grandiosidad.
  • Labilidad atencional. Se distrae fácilmente cuando se le habla o hace alguna actividad.
  • Verborrea. Puede hablar en exceso y más rápido de lo habitual.
  • Exagerado optimismo (optimismo ilusorio) que le lleva a tener comportamientos considerados, por su entorno, como temerarios y faltos de control (por ejemplo, hacer una inversión económica desproporcionada que puede llevar a la ruina).
  • Sensación de tener mucha energía y necesidad de estar constantemente activo. Pocas ganas de dormir (puede reducir las horas de sueño a dos o tres).

En la hipomanía, como hemos comentado, se dan estos mismos síntomas de manera más atenuada. Por ejemplo, nunca se llegará a los delirios de grandiosidad.

Además del episodio maníaco o hipomaníaco y el depresivo, también se habla de episodio mixto. Éste se caracteriza por la rápida alternancia (casi a diario) entre tristeza, euforia e irritabilidad.

Tipos y causas

Se han descrito diferentes tipos de trastorno bipolar. Los más conocidos son el I y el II:

  • En el trastorno bipolar I, la persona sufre uno o más episodios maníacos o mixtos, frecuentemente (no siempre) acompañados por episodios depresivos mayores.
  • En el trastorno bipolar II se dan uno o más episodios depresivos mayores y, al menos, un episodio hipomaníaco.

Por lo tanto, podemos afirmar que los episodios depresivos pueden ser igual de graves e incapacitantes en el trastorno bipolar I y II, mientras que los episodios de euforia/irritabilidad son mucho más severos en el I. De hecho, mientras que en el I se puede llegar a hospitalizar a la persona durante el episodio de manía (pueden aparecer cuadros psicóticos), en el hipomaníaco del II esto no llega a ocurrir.

Todos los trastornos bipolares son causados por una combinación de factores biológicos (estructura y función neuronal), hereditarios (predisposición genética), psicológicos y sociales. Consecuentemente, el mejor tratamiento incluye terapia farmacológica (es necesario acudir a un psiquiatra) y psicológica.

La importancia del diagnóstico diferencial

Muchas personas son diagnosticadas de trastorno bipolar al cabo de muchos años de padecerlo, de manera que el sufrimiento del afectado y sus familiares se vuelve realmente abrumador. Pero, ¿por qué es tan difícil detectar este problema?

Por una parte, suele pasar que la persona que sufre esta patología es consciente de que tiene un gran problema que le provoca malestar solamente durante el episodio depresivo. Y es que durante el episodio maníaco o hipomaníaco, el sujeto se siente muy, muy bien. En estas fases de euforia desbordante y humor patológico, el afectado puede quedarse perplejo cuando los familiares le insisten en que lo que hace y siente no es normal: “¿Qué me están diciendo? ¿Por qué me quieren fastidiar ahora que me siento feliz?” Simplemente, no ve necesario acudir a un psiquiatra o psicólogo clínico… “¿Para qué? ¡Pero si estoy mejor que nunca!”.

Esta actitud (muy lógica si nos metemos en la piel de la persona que sufre este trastorno) crea un gran sufrimiento y desgaste a los familiares que se preocupan por ella, pues no encuentran la manera de contenerla… ven como su hijo, esposa, padre dan rienda suelta a su comportamiento desinhibido e irreflexivo que, de una manera u otra, les toca de cerca.

En cambio, cuando están atravesando el episodio depresivo muchos afectados sí que acuden a un profesional. El especialista debe explorar muy bien la vida del paciente evitando centrarse solamente en los síntomas depresivos del presente, para poder detectar algún período del pasado en el que el estado de ánimo se fué hacia el otro extremo. Esta detección es difícil si tenemos en cuenta que el afectado puede “olvidar” estas fases maníacas o no sacarlas a la luz en la consulta por percibirlas como normales y creer que nada tienen que ver con su malestar. Así pues, se puede llegar a confundir un trastorno bipolar con una depresión mayor, de manera que se recetan fármacos que no ayudan al paciente, al contrario.

Otros trastornos que pueden dar lugar a diagnósticos erróneos en un primer momento son la esquizofrenia y el trastorno límite de la personalidad, de los que hablaremos en futuros posts. Además, la sintomatología asociada que se da con cierta frecuencia (sintomatología ansiosa o trastornos de ansiedad, consumo de substancias adictivas, etc.) puede dificultar aún más este diagnóstico.

Por otra parte puede pasar que el sujeto, a pesar de sentirse fatal, no acuda a ningún profesional que podría hacer el diagnóstico. A esto se le añade el hecho de que las personas de su entorno quizás no detectan que tiene un problema: creen que su familiar/pareja/amigo es inestable, lo juzgan por mostrarse temerario en ocasiones, son conscientes de que a veces tiene épocas en las que está muy triste y se preocupan… pero no llegan a darse cuenta de que su pariente o amigo tiene un problema mayor, que va más allá de un simple estado de ánimo cambiante.

Contra el estigma y los prejuicios sociales

Muchas de las personas que tienen trastorno bipolar se sienten marginadas y excluidas de la sociedad injustamente. De hecho, este trastorno es de los que más estigma soporta actualmente. Y es que se ha llegado a construir una imagen muy distorsionada y descalificadora de esta enfermedad.

A pesar de la gravedad del trastorno, debemos tener muy claro que las personas que lo sufren lo pueden llegar a combatir y controlar gracias al consumo de fármacos que les ayudan a estabilizar el ánimo, el apoyo familiar y social (todos nosotros podemos formar parte de ese apoyo social), la psicoterapia y la psicoeducación. El engranaje de todo ello hace posible que puedan retomar las riendas de su vida de manera totalmente autónoma.

Por todo ello, podemos afirmar que la persona con este trastorno, estando bajo tratamiento, tiene una vida normal, con su familia, su trabajo (¡o búsqueda de éste!), sus hijos, su lo que sea… ¿Por qué se la tiene que discriminar? Todos tenemos nuestras cosas y a nadie nos gusta ser objeto de prejuicios.

Así pues, hagamos el esfuerzo de entender qué es el trastorno bipolar antes de juzgar a las personas que lo padecen a partir de ideas equivocadas que no hacen más que crear una imagen caricaturesca, estereotipada y denigrante de esta enfermedad. Recordemos a famosos que lo han padecido (como Abraham Lincoln) o lo padecen (un ejemplo sería Catherine Zeta Jones) para crear una imagen mucho más digna de esta enfermedad.

Evitemos etiquetar a las personas que sufren esta patología con expresiones del tipo “es bipolar” y tratemos de verlas en su conjunto, abriendo bien los ojos, la mente y el corazón.
Y es que la persona que sufre esta enfermedad mental NO ES bipolar. Esta persona ES muchísimas cosas (madre, padre, hijo, amiga, vendedor, economista, cantante, simpático, responsable, tímida…) y TIENE trastorno bipolar.

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Acerca de Marta Comadran

Psicóloga (itinerario Psicología Clínica y de la Salud) y Bióloga Sanitaria. Consulta privada de terapia y apoyo psicológico en Mollet del Vallés (muy cerca de Barcelona). También servicio online, en www.martacomadran.com. Tenéis más información en las pestañas "Sobre mí" y "Contacto"de mi blog.
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6 respuestas a Trastorno bipolar: mucho más que altibajos emocionales

  1. Alejandra dijo:

    Hola,
    He leído atentamente el significado de trastorno bipolar y he de decir que me siento totalmente identificada con todo lo explicado.Sé que tengo un problema y necesito algún tipo de ayuda porque soy consciente de que tengo unos altibajos muy exagerados,a veces no me soporto ni yo.

  2. Hola Alejandra,

    Gracias por tu comentario.
    Aprovecho para informarte de que ofrezco servicios de asesoramiento psicológico personalizado y terapia psicológica. Tienes toda la información en: http://martacomadran.com/

    Saludos

  3. CARLOS dijo:

    Hola , yo he sufrido este transtorno uso de razon , he concurrido a muchos psicologos y nadie me pudo ayudar , ahora estoy medicado con exitalopran HACE MAS DE 1 AÑO Y MIS PERIODOS DE DEPRESION CASI HAN DESAPARECIDO , TAMBIEN ESTOY CON TERAPIA PSICOLOGICA , AHORA REALMENTE ME SIENTO BIEN. LAMENTO HABER PASADO POR TANTOS TERAPEUTAS QUE NO HAN PODIDO RECONOCER EL TRANSTORNO Y ASI PASARME CASI TODA UNA VIDA SUFRIENDO. ANIMENSE COMIENCEN CON UN PSIQUIATRA .

  4. Hola Carlos,

    Gracias por tu aportación. Seguro que resulta muy útil a muchas de las personas que leen este blog, pues dejas claro que el diagnóstico es fundamental y que, una vez diagnosticado este problema, es necesaria la terapia farmacológica (acudiendo a un psiquiatra) complementada con terapia psicológica.

    Saludos

  5. octavio dijo:

    Hola
    en los ultimos años eh sentido que mi personalidad a cambiado mucho demasiado tengo 22 años retome mis estudios i en estos ultimos 4 años no reconosco quien soy me evuelto inseguro i e perdido mi sentido del humor. si siento que mis actitudes mas fuertes se estan recuperando pero aun nose que me a pasado me e vuelto desorganizado, i mi falta de interes en hacer las cosas me preocupa i estoy empezando anotar que tengo dias en que algunas veces soy muy seguro y con una buena determinacion y otras en la que nome reconosco . My pregunta es sera algun tipo de deprecion? my vida acambiado con el paso del tiempo mi circulo social ya no esta mis viejos amigos ya no los evuelto aver, no salgo , ase tiempo que no tengo una relacion sentimental , Eh perdido mi carisma por completo , hay dias que no tengo el animo de ablar . creo que si es deprecion o alti-bajos

  6. Hola Octavio,

    Gracias por la confianza depositada en este espacio.

    Comentas que, en los últimos 4 años, te has vuelto inseguro, desorganizado, desinteresado y tienes un estado de ánimo bajo. También comentas que esto no te sucede de manera continuada, cada día, sino que hay días en los que te sientes seguro y decidido.

    Para saber si sufres algún tipo de depresión tendría que hacer un diagnóstico, es decir un proceso de evaluación psicológica muy complejo que no se puede realizar a través de un comentario en un blog personal. Para recibir ayuda personalizada (ya sea diagnóstico, asesoramiento o terapia psicológica), puedes dirigirte espacio profesional: http://martacomadran.com/
    Allí encontrarás toda la información (tipos de servicios psicológicos que ofrezco, coste, cómo trabajo, etc.).

    Un abrazo

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