Puedes tener una depresión y no sentirte triste

Depresión sin ganas de nada Muchas personas piensan que la presencia de tristeza es una condición necesaria para poder realizar un diagnóstico de trastorno depresivo mayor. Esto no es así. Es posible estar profundamente deprimido sin sentir ganas de llorar.

En cambio, sí podemos afirmar que un episodio depresivo mayor implica manifestar, como mínimo, anhedonia (pérdida de la capacidad de sentir placer o falta de interés por las cosas que antes motivaban) o bien estado de ánimo depresivo (tristeza o sensación de vacío). Es decir, en compañía de otros síntomas que expondremos más adelante, se puede dar: 1. Tristeza; 2. Anhedonia; 3. Tristeza+anhedonia.

De hecho, muchas personas que tienen sintomatología depresiva afirman estar desesperanzadas en relación al futuro y no tener ganas de nada declarando, sin embargo, que no sienten tristeza. Además, creen que sus allegados estarían mejor si ellos no existieran. En estos casos se da una paradoja: la manifestación de una depresión (tipo de trastorno del estado de ánimo) sin tristeza.

Como veréis, en los párrafos que siguen, rompo un poco en relación a los anteriores posts más divulgativos, ya que utilizo una jerga más psicológica intentando, eso sí, aclarar algunos tecnicismos. Pienso que el tema que trato lo requiere, pues el trastorno depresivo es una patología mental muy complicada que, independientemente de los conocimientos que se tengan, está en boca de todo el mundo.

El trastorno depresivo afecta a la persona de una manera global

En el trastorno depresivo convergen alteraciones que abarcan todas las áreas del sujeto. Estas alteraciones son de carácter:

  • Cognitivo: disminución de la capacidad de procesamiento de la información (baja concentración), alteraciones en la percepción de sí mismo y del entorno, distorsiones en la forma de analizar la realidad.
  • Comportamental: reducción del nivel general de respuesta a los estímulos, que se traduce en una reducción de la actividad.
  • Emocional-fisiológico: percepción de inutilidad, sentimiento de desesperanza, ira, miedo, tristeza, etc., y alteración de funciones básicas como la alimentación, la actividad sexual, el sueño, etc. (o bien una reducción general de la reactividad fisiológica normal ante determinadas situaciones estimulantes).

Criterios para el diagnóstico de un episodio depresivo mayor

En un intento de dar una información precisa sobre las características de un episodio depresivo mayor (cuadro que forma parte del trastorno depresivo mayor y de otros tipos de trastornos del estado de ánimo), recurriremos a la Biblia de muchos psicólogos y psiquiatras: el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM). La lectura os puede resultar un poco densa, pero pienso que es necesaria para tener una idea de la complejidad inherente a este episodio. Según el DSM-IV-TR (American Psychiatric Association, 2002; pp. 398-399), estos criterios son:

A. Presencia de cinco (o más) de los siguientes síntomas durante un período de 2 semanas, que representan un cambio respecto a la actividad previa; uno de los síntomas debe ser (1) estado de ánimo depresivo o (2) pérdida de interés o de la capacidad para el placer.

(1) Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, casi cada día según lo indica el         propio sujeto (por ejemplo, se siente triste o vacío) o la observación realizada por otros (p. ej., llanto). Nota: En los niños y adolescentes el estado de ánimo puede ser irritable.
(2) Disminución acusada del interés o de la capacidad para el placer en todas o casi todas las actividades, la mayor parte del día, casi cada día (según refiere el propio sujeto u observan los demás).
(3) Pérdida importante de peso sin hacer régimen o aumento de peso (p. ej., un cambio de más del 5% del peso corporal en 1 mes), o pérdida o aumento del apetito casi cada día. Nota: En niños hay que valorar el fracaso en lograr los aumentos de peso esperables.
(4) Insomnio o hipersomnia casi cada día.
(5) Agitación o enlentecimiento psicomotores casi cada día (observable por los demás, no meras sensaciones de inquietud o de estar enlentecido).
(6) Fatiga o pérdida de energía casi cada día.
(7) Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados (que pueden ser delirantes) casi cada día (no los simples autoreproches o culpabilidad por el hecho de estar enfermo).
(8) Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión, casi cada día (ya sea una atribución subjetiva o una observación ajena).
(9) Pensamientos recurrentes de muerte (no sólo temor a la muerte), ideación suicida recurrente sin un plan específico o una tentativa de suicidio o un plan específico para suicidarse.

B. Los síntomas no cumplen los criterios para un episodio mixto.

C. Los síntomas provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

D. Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) o una enfermedad médica (p. ej., hipotiroidismo).

E. Los síntomas no se explican mejor por la presencia de un duelo (p. ej., después de la pérdida de un ser querido), los síntomas persisten durante más de 2 meses o se caracterizan por una acusada incapacidad funcional, preocupaciones mórbidas de inutilidad, ideación suicida, síntomas psicóticos o enlentecimiento psicomotor.

En definitiva…

La persona que se siente intensamente desilusionada, sin ganas de nada, y que, además, manifiesta otros síntomas como cambios en los hábitos de sueño y en el apetito, agitación (por ejemplo, no puede permanecer sentado) o enlentecimiento (p. ej., habla y se mueve más lentamente), dificultades de concentración (por ejemplo, tiene que hacer grandes esfuerzos para leer sin perder el hilo), o sentimientos de inutilidad o de culpa (p. ej., hace declaraciones de manera recurrente que reflejan una autoevaluación negativa desproporcionada, o se culpa por sentirse mal y ser una carga para los demás), puede estar sufriendo un trastorno depresivo aunque niegue sentir tristeza. En otras personas, en cambio, la tristeza es la acompañante de algunos de estos síntomas. Por otra parte, en niños y adolescentes el estado de ánimo depresivo puede manifestarse a través de irritabilidad.

Vale la pena estar atentos a todos estos síntomas, pues la persona que los sufre puede no sentirse con fuerzas para pedir ayuda profesional.

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Acerca de Marta Comadran

Psicóloga (itinerario Psicología Clínica y de la Salud) y Bióloga Sanitaria. Consulta privada de terapia y apoyo psicológico en Mollet del Vallés (muy cerca de Barcelona). También servicio online, en www.martacomadran.com. Tenéis más información en las pestañas "Sobre mí" y "Contacto"de mi blog.
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2 respuestas a Puedes tener una depresión y no sentirte triste

  1. carlos dijo:

    quiero consultar algo mi nombre es Carlos soy de Chile y llevo dos meses con una depresion moderada sin embargo no tengo los sintomas relacionados, soy muy alegre y me gusta bromear con mis pares pero si tengo mucha perdida de concentración y no quier hacer nada.
    es posible que sea depresion?

  2. Jorge dijo:

    ando todo el día cansado y con sueño casi siempre llego tarde, ando distraído siempre cometo olvidos y errores en el trabajo, no logro juntar las ganas ni los argumentos para defenderme o discutir con la gente, me han despedido del trabajo anterior siendo que habían otros con mucho menor rendimiento que yo, a la gente le caigo mal, siempre almuerzo solo, no tengo amigos solo conocidos que se acercan a pedir dinero prestado, llego del trabajo, lavo la ropa, lavo los platos, cocino y me acuesto, los fines de semana no salgo ni nadie me invita, no me gustan los deportes, no veo tele no escucho música ni leo, llevo 18 años soltero, solo me mastubo, siento que tengo mala suerte si me llega un dinero por fuera siempre algo pasa que lo pierdo, solo me topo con la gente equivocada, solo se acercan para aprovecharse de mi hasta mis familiares, constantemente pienso en el suicidio pero soy demasiado cobarde, fuí a una psicóloga y me dejó peor me quedo grabada la frase «ud. no tiene elementos para emprender» y me deprimo de verdad de solo pensar en todo lo que cobran.

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